Gastronomía china

Aprovechando estos días en Shanghai, como cada uno tiene sus manías,  pues yo me fijaba en la comida, que es lo mío!
Una de las cosas que más me está sorprendiendo de Asia, en general, es la gran riqueza gastronómica que tiene. Es increíble el número de platos que tienen, la variedad de alimentos y formas de cocinarlos. El caso de China es todavía más exagerado, a mi parecer, ya que como os contaba anteriormente, ¡estos se lo comen todo! Después de haber leído bastante literatura china tenía conciencia de ello pero tras visitar el país aun me cercioro más. Es conocido como desde hace miles de años ya utilizaban en sus recetas algas, raíces y productos que por desconocimiento o prejuicios no se han consumido en nuestras latitudes y que ahora se van  incorporando poco a poco a nuestra gastronomía gracias a la búsqueda de nuevos ingredientes por parte de nuestro mas ilustres chefs.
Todos los días me levantaba con el buen propósito: hoy comemos en un auténtico restaurante chino... ay y cuando íbamos y habría la carta :S, que difícil no se porque decantarme si por las lenguas de pato estofadas, las patitas de pollo rebozadas, los callos a la china, la serpiente frita... y demás cosas que aunque te pusiesen la foto del plato pues yo no me hacía la idea de lo que era...vaya que yo me esperaba el arroz tres delicias, cerdo agridulce y pollo con almendras y bambú...pues va a ser que eso en China no se come, vaya... así que nos pedíamos lo más normalito...
Afortunadamente uno de los platos más característicos de Shanghai son los dumplings,buñuelitos de dim sum rellenos, los más tradicionales, de carne de cerdo picada aliñada con alguna cebolleta y que contienen el caldo de la cocción en su interior, se preparan cocidos al vapor, aunque como todo tiene sus variedades, rellenos de gambas y verduras, fritos...y se acompañan mojándolos en vinagre oscuro. Y son bocados suaves y ricos.



 






Hay numerosos restaurantes en la ciudad, tanto take away como restaurantes tradicionales, y en muchos de ellos puedes disfrutar del espectáculo de su preparación desde la calle, ya que las cocinas están acristaladas. 




Normalmente los cocineros hacen una cadena de trabajo: uno amasa, otro le da forma, otro rellena y finalmente se cocinan tanto en  cestas de bambú para hacerlos al vapor o en grandes sartenes para freírlos, como podéis ver en las imágenes. Los buñuelitos se sirven normalmente en las propias cestas de cocción.
Como os contaba en el anterior post uno de las costumbres típicas en China es que en el restaurante escojas tu propia animal vivo para que te lo cocinen. Nosotros estuvimos en uno de marisco y pescado de este estilo, menos mal porque ver una cigala con cara de pena como que da menos cosilla que un mamífero, aunque os digo que era muy difícil elegir, imaginaros que os ponen delante de 20 peceras y un chino con su eterno piti pegado a un lado de la boca te presiona para que te des prisa a la vez que intenta timarte con los precios, dios no se lo que menos cara tengaaaaa...y el caso es que nos pedimos unas vieiras que estaban increíbles con verduras y fideos ¿chinos?...
Y por último algo que estoy descubriendo es el amor a la sopa. En España tenemos la costumbre de comer sopa solo en invierno pero en Asia el consumo de este plato es inmenso y en toda época del año, tanto cuando hace frío como cuando hacen 40 grados, y aunque a nosotros nos sorprenda el caso es que sudar ayuda a compensar la temperatura corporal, así que en teoría es bueno para el calor. El caso es que hay miles de variedades de sopas cocinadas con pato,pollo, cerdo,  gambas, maíz.  setas , calamar...y normalmente acompañadas con noodles y huevo, además es una forma de comer un plato único ya que son muy completas. Los caldos son contundentes  y están buenísimos.

Conclusión comer en Asia es toda una experiencia y aunque cueste aprenderse el nombre de los platos es muy fácil acostumbrarse a sus deliciosos sabores...

Bon profit!

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Para qué sirve cada parte de la ternera?

coca de calabacín, berenjena y cebolla. Con receta de la masa

Crema de hinojo